
Abro los ojos.
Prendo la tele.
Miro. Me abro al mundo.
Me veo rodeada del amor convencional,
del hombre ideal,
de la entrega
Y me convenzo de a poco que ya no me gustas,
que no eres lo que veo en los otros,
que no eres ese hombre ideal.
Pero llegas a mi y no tengo más que hacer.
Desarmas ese muro que el mundo construyó entre los dos..
Y aunque no debes ni sospechar que hace tiempo te miro con otros ojos,
mereces saber al menos que no eres como los demás.
Y eso es bueno
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