Te he dicho mil veces que parí con la weá. Que dejí tu vida de soltero atrás, que estay conmigo ahora. Si a estas alturas no lo has hecho no me queda otra cosa que pensar que no quieres hacerlo. Y frente a eso no tengo nada que hacer.
Yo pensé que lo estaba haciendo bien a tu lado. Que conmigo no te faltaba nada. Y no es así, al parecer... que pena.
No por ti.