Eventos como los de hoy hacen que yo piense seriamente en abandonar esta causa, en renunciar por completo y dejar de sufrir de una vez por todas. Pero no. Me quedo aquí. Sigo aquí, esperando algo. Esperando nada…
A veces -veces como las de hoy- me pongo a leer textos, entradas antiguas, a revisar cuadernos, apuntes, rayas locas, del tiempo en que no te quería, sólo para recordar que se siente. Pero ya no puedo. Perdí esa sensación. Ahora tú lo eres todo.