sábado, 6 de septiembre de 2008

Observador

En este mundo, en esta vida, en este momento que me tocó vivir he observado tantos tipos de personas, que me es imposible reconocerlas a todas por sus características propias y he caído en una suerte de clasificación (voluntaria o involuntaria, pido las disculpas respectivas).

Pues bien. En mi vida hay personas arrogantes, inocentes, con pareja, sin pareja, y así. Esta reflexión apunta a que me sorprendí al darme cuenta de que en uno de mis cajoncitos de gente hay sólo dos personas.

Por respeto a estas mismas, y a la gente que las conoce no voy a dar sus nombres, pero si sus características, con las que seguro les podrán reconocer.

Exteriormente, logran mimetizarse con el medio, pero al conocerlos realmente cambia la visión que tienes de ellos. Son personas con un léxico distinto, con una apreciación de las cosas muy diferente a la nuestra. Yo me compadezco, pues pueden estar rodeados de mucha gente, pero se ven solos. Es triste verlos así pues son personas muy apasionadas pero ninguno de ellos ha tenido una pareja que les corresponda como se debe, y se nota pues una de estas escribe poesía.. ¡Y de qué manera! Si parecen sacados de la misma edad media; la diferencia está en que los han sacado de su tierra y vinieron a parar aquí, a un lugar mediocre, con gente superficial, sin sustancia.

Son básicamente así: incomprendidos, entregados 100% a sus hijos y a su vocación, que piensan y sienten la vida y el amor intensamente pues saben que es todo lo que en verdad importa. Con sentimientos reprimidos por no encontrar a alguien en quien depositarlos, y con un corazón bondadoso, dispuesto abiertamente a dar, a sabiendas de que no es mucho lo que de nosotros pueden recibir a cambio.



[Me gusta la foto.. salen todos como apuntando a distintas direcciones. Gracias Ari, Tata y Lela por ser tan fotogénicos :)]